El estrés es una de las peores sensaciones que un ser humano puede experimentar. La constante tensión que la vida diaria y la rutina nos genera, entre familia, trabajo y compromisos, hace que en las personas exista un malestar que si no se trata correctamente, puede llegar a afectar de manera severa a la salud general. Es ahí donde las terapias manuales entran para paliar estos malestares que afectan a millones de personas.

El Touch Research Institute de la Universidad de Miami ha demostrado en varios trabajos de investigación que los masajes no suponen un simple complemento a la medicina, sino que es un pilar fundamental en la salud. Las terapias manuales ayudan desde a personas con trastornos asmáticos hasta víctimas de quemaduras en su fase de recuperación de tejidos.

Esto se debe principalmente a que el tacto libera una serie de sustancias entre las que destacan las endorfinas, las cuales favorecen la recuperación del cuerpo debido a los cientos de combinaciones químicas originadas por los masajes. Sin contar el tema de la mejor circulación sanguínea. Una de las recientes aplicaciones de las terapias manuales está enfocada en combatir el estrés.

Terapias manuales para luchar contra el estrés

Aunque cada persona es un mundo y tiene su manera de aliviar el estrés que sufre, hay tratamientos y medidas que realmente sirven y que están más que probadas. Los masajes permiten abordar ciertos puntos de nuestro cuerpo que ayudan a liberar esa tensión y que nos hacen sentir mucho mejor. A continuación os vamos a enumerar varios de ellos:

• Cabeza y cuero cabelludo: Nuestro cabeza y pelo es muy sensible y está llena de puntos de presión que ayudan muchísimo a liberar el estrés. Por ejemplo, usa dos dedos para masajearte donde la cabeza y el cuelo se unen, acariciarte el pelo de manera suave o que lo haga alguna persona que tenga confianza contigo. 30 segundos de manera eventual haciendo esto de ayudarán más de lo que crees.
• Orejas: Ya hablamos de la auriculopuntura en nuestro blog, para enseñaros que las orejas tienen cientos de puntos donde se reflejan dolencias del cuerpo y son muy sensibles al tacto y los estímulos. Puedes actuar por ti mismo con un lápiz o palillo alargado, aunque recomendamos ponerse en manos de un profesional para tratar esta zona.
• Pecho: Una de las afeccionas más incómodas del estrés es el dolor en el pecho y lo que nos cuesta respirar. Aplicar presión en esta zona de manera controlada, junto con masajes por parte de un profesional te alivian mucho ya que el sistema nervioso se relaja.
• Estómago: Similar al anterior, tiene consecuencias en la respiración y el diafragma. Una correcta liberación de las zonas de la barriga puede ayudarte incluso a ir mejor al baño.
• Antebrazo: Se usa mucho en acupuntura y reflexología. Se basa en que la presión controlada en estos punto favorece la correcta circulación de la energía, así como un alivio del estrés y la experimentación de un mayor bienestar.
• La palma de la mano: Una de las zonas de nuestro cuerpo más agradecidas con respecto a la relajación y el estrés. Además, en esta se encuentra uno de los meridianos o canales que afectan a otras zonas y órganos del cuerpo como el corazón, el páncreas o el hígado.
• Las pantorillas: Muy útil aplicar presión en estas zonas cuando se tienen dolencias o estrés acumulado en la parte superior del cuerpo.
• Los pies: Es curioso como aplicar presión y masajear los pies tiene beneficios enormes en afecciones como migrañas, o estrés localizado en la cabeza.