Contraindicaciones de la manta eléctrica que deberías conocer


Como bien sabrás, la manta eléctrica no solo sirve para calentarnos en invierno, sino que también para cuando tenemos algún tipo de dolor muscular, como el cervical o lumbar. Gracias al calor, ayudamos a relajar nuestros músculos, y, por tanto, a reducir el dolor.

Sin embargo, las mantas eléctricas no te quitarán una contractura o lesión de gravedad. Igualmente, son un buen complemento para seguir con el tratamiento en casa después de una sesión en el fisioterapeuta.

Por lo que, si vas a utilizar una en casa, es crucial que conozcas las indicaciones y contraindicaciones de la manta eléctrica.

¿Cómo utilizar la manta eléctrica para disminuir el dolor?

Cuando padecemos de una contractura o dolor muscular, buscamos cualquier remedio que nos alivie, aunque sea un poco, ya que se tratan de dolores muy molestos que nos hacen el día a día más pesado.

La manta eléctrica puede ayudar a disminuir ese dolor. Pero aclaramos de nuevo. Solo disminuir. Si queremos erradicar por completo este tipo de molestias, es fundamental acudir a un profesional sanitario que nos valore y nos pueda dar un tratamiento adecuado.

En el caso de que queramos completar dicho tratamiento o paliar el dolor después de la sesión, podemos recurrir a la manta eléctrica.

A la hora de emplear una manta eléctrica es muy importante ubicarla correctamente en la zona que tenemos la molestia mientras mantenemos una postura cómoda que nos ayude a relajar los músculos.

Aquí te dejamos algunas indicaciones para utilizar la manta eléctrica correctamente:

  • Establece una temperatura adecuada entre 34 y 36ºC para que sea efectiva pero no nos genere malestar o quemaduras.
  • Cuando vayas a usarla, asegúrate de que el cable y la botonera quedan fuera de la funda.
  • Intenta no emplear la manta eléctrica doblada o plegada. Debe estar totalmente abierta y sin arrugas sobre la zona de dolor.
  • No uses la manta eléctrica en lugares húmedos. Utilízala siempre en ambientes secos, como el dormitorio o la sala de estar.
  • Cuando dejes de utilizarla, asegúrate de que la dejas desconectada y apagada.
  • Si nos vamos a ir a dormir con la manta eléctrica, no olvides programar el apagado automático. De esta forma, evitaremos que se quede encendida toda la noche, lo cual puede ser muy perjudicial.

Tiempo máximo para utilizar una manta eléctrica

Lo ideal es utilizar la manta eléctrica un máximo de 10 minutos, pudiendo realizar varias aplicaciones cada 2 o 3 horas. Incluso, después de la sesión de fisioterapia. Si por el estilo de vida, o por el trabajo, no es posible ejecutar varias aplicaciones espaciadas en el tiempo, podemos utilizar la manta eléctrica durante un máximo de 20 minutos al final del día para disminuir los dolores. Además, esto nos ayudará a conciliar mejor el sueño y estar más relajados.

Contraindicaciones de la manta eléctrica

Aunque existen algunas contraindicaciones de la manta eléctrica, son pocos los casos en los que utilizar manta eléctrica no está aconsejado. De todas formas, es crucial que conozcas los casos en los que no está recomendado emplear una manta eléctrica:

  • Mujeres embarazadas: el uso de manta eléctrica en mujeres embarazadas está desaconsejado como medida de precaución. En esa etapa, es conveniente evitar el sobrecalentamiento del cuerpo, así como, los campos electromagnéticos. Mantener el cuerpo a temperaturas superiores a 38,9ºC durante más de diez minutos puede provocar daños en el feto.
  • Si cuentas con problemas coronarios: la aplicación de la manta eléctrica promueve la vasodilatación. Por esto mismo, tampoco se debe aplicar en personas que tienden a tener hemorragias.
  • Si padeces alguna de estas afecciones: cardiopatía, apendicitis, inflamación aguda del aparato locomotor, consumo de anticoagulantes, esguinces, tendinitis, torceduras o fracturas.

En casos como los esguinces, las fracturas o cualquier otro tipo de patología aguda que cause inflamación, no es recomendable utilizar manta eléctrica, sino todo lo contrario. Es mejor aplicar crioterapia, que consiste en la aplicación de frío en la zona lesionada, con el objetivo de reducir su inflamación. Si ponemos calor, lo que hacemos es aumentar la vasodilatación de la zona, y con ello, la inflamación y el dolor.

Hasta aquí todo lo que tienes que saber sobre las indicaciones y contraindicaciones de la manta eléctrica. Así que, ya sabes, si lo que buscas es disminuir dolores musculares, sí es recomendable el uso de una manta eléctrica. Sin embargo, si buscas una solución más efectiva, es necesario que acudas a la consulta de un fisioterapeuta profesional.