Esguinces de tobillo: Grados y tratamientos


¿Qué es un esguince de tobillo?

El esguince de tobillo es la lesión que tiene lugar al torcerte el tobillo, doblártelo o forzar demasiado un giro del mismo. Estos movimientos demasiado extremos o antinaturales pueden estirar en demasía tanto ligamentos como músculos, llegándolos a desgarrar o distensionar.

Por si no lo sabes, los ligamentos sirven para estabilizar las articulaciones. Por lo que un esguince de tobillo al uso se da cuando se fuerzan estos ligamentos más allá de la normalidad de su rango de flexión o movimiento. Normalmente, los esguinces de tobillo suelen ser externos (parte externa del pie), aunque también pueden darse en el interior del mismo.

De manera general, un esguince de tobillo se puede tratar de manera sencilla, siempre y cuando teniendo en cuenta la gravedad del mismo. Ciertos cuidados como aplicación de crema, baños de frío o calor y la ingesta de algún analgésico curan los esguinces más cotidianos y no graves. Aún así, la magnitud de un esguince de tobillo debe ser siempre diagnosticada por un médico traumatólogo. Si se trata de un esguince que reviste gravedad, puede que haya que intervenir. De cualquier manera, los tipos de esguince los veremos más adelante.

Síntomas de un esguince de tobillo

No es para nada dificultoso detectar que te has hecho un esguince en el tobillo. Estos suelen darte cuando estamos practicando algún tipo de deporte. Por ejemplo fútbol, baloncesto, tenis… Aunque también puedes tener la mala suerte de lesionarte andando por una mala pisada o en el trabajo. De cualquier manera, si te doblas el tobillo y te duele cuando apoyas el pie, tienes un esguince. Los síntomas que te contamos a continuación son los que mejor reflejan esta lesión:

  • Dolor agudo, sobre todo cuando apoyas el pie en el suelo e intentas andar o hacer otros movimientos que impliquen cargar peso sobre este
  • Dolor al tocar el tobillo o presionar su musculatura o articulación
  • Inflamación o hinchazón
  • Hematoma o derrame
  • Movilidad limitada (aunque sea parcial)
  • Inestabilidad en el tobillo
  • Sensación de rotura, crujido o sonido en el momento de la lesión

¿Cómo se diagnostica un esguince de tobillo?

En primer lugar, el médico o fisioterapeuta que te inspeccione el tobillo tendrá que examinar tanto el tobillo, como el pie y la pierna. Mediante una exploración manual, se tocará y sentirá la piel, así como la musculatura, los ligamentos y los huesos de la articulación. Se buscará identificar la sensibilidad y el dolor. Por otro lado, también se harán algunos movimientos para comprobar el estado de movilidad de la articulación. Si el profesional considera que la lesión reviste mayor gravedad o que no es suficiente con la exploración manual, se pueden hacer las siguientes pruebas:

  • Radiografías: Cuyo objetivo será determinar el estado de la estructura ósea de la articulación, en busca de fisuras, roturas o cualquier afección a nivel de huesos.
  • Resonancia magnética: La resonancia entrará en profundidad en nuestro tobillo, recibiendo imágenes tridimensionales detalladas que le permitirán analizar la estructura del tobillo: ligamentos, tendones…
  • Tomografía: Digamos que es una radiografía de mayor capacidad por la que se analiza el estado óseo de una estructura con imágenes tridimensionales.
  • Ecografía: Prueba ideal para ver el estado de la musculatura en tiempo real, así como permite también ver tendones y ligamentos.

Tipos de esguince de tobillo

Según la gravedad y la estructura afectada de tu tobillo, el esguince será más o menos importante. Tendrás más o menos consecuencias. Y por supuesto, su tratamiento y recuperación no será la misma. Actualmente, se diferencian tres tipos de esguinces de tobillo, que es ordenan por grados. Tal que así, tenemos esguinces de tobillo grado I, grado II y grado III.

Esguince Grado I

Este esguince es el más leve de todos. Se produce cuando se excede el rango de tensión de los ligamentos del tobillo, produciéndose una leve distensión. No hay desgarro y no debe haber hematoma o derrame. Se cura en una o dos semanas haciendo reposo, aplicando frío y con masajes simples. Se puede vendar pero no es necesario, así como si el dolor no es fuerte, tampoco se recomienda tomar analgésicos.

Esguince Grado II

El esguince de grado dos ya es una lesión más severa ya que implica que la distensión de los ligamentos ha sido importante, y que probablemente exista un desgarro en alguno de los tendones. Aparece hematoma, el dolo es fuerte e intenso y se debe mantener reposo completo dos semanas. Se necesitaría tomar medicamentos anti inflamatorios, ir al médico y realizar al menos una resonancia y radiografía. Para recuperarse, imprescindible trabajo ortopédico y de fisioterapia.

Esguince Grado III

Este sucede cuando ocurre el peor escenario posible: Uno o varios ligamentos del tobillo se han roto por completo. Muchísimo dolor, hematoma e hinchazón considerable, y se debe guardar total y absoluto reposo las dos primeras semanas. Imprescindible resonancia y todo tipo de pruebas para ver el alcance. Y por supuesto, requiere de intervención quirúrjica y posterior recuperación rehabilitadora y con fisioterapia

Tratamiento para un esguince de tobillo

Como hemos dicho varias veces, el tratamiento de un esguince dependerá del grado del mismo, y también, de si existen otro tipo de dolencias o afecciones que pueden ser comunes en este tipo de lesiones. Tales como fisuras en hueso, roturas fibrilares y demás. Iremos explicando brevemente las maneras y opciones que tienes para curarte y tratarte la lesión de la que hablamos. Por supuesto, debes consultar siempre a los profesionales antes de hacer nada por tu cuenta.

Cuidado personal

En casa, recomendamos encarecidamente hacer durante los tres primeros días lo siguiente:

  • Reposo absoluto: Evitando todo tipo de actividades que te causen dolor o te aumenten la inflamación en el tobillo.
  • Aplicación de frío: Puedes usar tanto geles especializados o hielo para ponértelo sobre el tobillo lesionado al menos tres veces al día, unos 15 minutos.
  • Vendaje funcional compresivo: Si tienes vendas en casa, recomendamos que te hagas un vendaje simple que comprima y ayude a detener la inflamación.
  • Tobillo en alto: Pon la pierna en alto para evitar una mayor hinchazón.

Medicamentos que puedes tomar

Siempre consultar con tu farmacéutico y los prospectos de cada medicamento. Cualquier analgésico que no requiera receta como ibuprofeno por ejemplo acompañan muy bien a las acciones mencionadas anteriormente. Evidentemente, si el médico te receta otros más fuertes, te los tienes que tomar.

Ayudas para caminar y proteger el tobillo

Cuando superes la etapa de reposo absoluto (según la gravedad de la lesión), las muletas son una excelente opción para moverte en casa o si necesitas salir a realizar cualquier tarea. Eso sí, las muletas son para ratitos o momentos puntuales, nunca para dar un paseo de media o larga duración, ya que te pueden aparecer problemas derivados en rodillas, brazos y otras articulaciones. También puedes usar tobilleras o vendajes funcionales que te garanticen seguridad y movilidad en el tobillo.

Fisioterapia y recuperación

Cuando el tobillo ha bajado su inflamación y dolor, comenzaremos a recuperar de manera que realizaremos una serie de ejercicios y movimientos con el tobillo para y restableciendo poco a poco la movilidad natural, la fuerza, la flexibilidad y la estabilidad del tobillo. Estos ejercicios deben estar guiados y supervisados por un médico y un fisioterapeuta rehabilitador. Si realizas algún deporte, es probable que para poder volver a este tengas que recuperarte de manera específica.

Intervención quirúrgica

En el caso de que el ligamento se haya roto, se realizará una intervención por la cual se suturará este ligamento. Una operación que no siempre ha de realizarse pero que es de cierta importancia. La recuperación tras esta intervención es buena y permite que se pueda retomar una vida normal.