La osteopatía no es una ciencia nueva. Realmente, lleva practicándose desde finales del siglo XIX, cuando se puso en evidencia las interrelaciones que existen, por un lado, entre el sistema músculo-esquelético y otros sistemas orgánicos, y, por otro lado, entre la movilidad y la libertad de esos distintos sistemas y la salud de las personas.
Sin embargo, todavía existen diversas dudas acerca de esta especialidad de la medicina alternativa. No se sabe claramente qué es la osteopatía, qué es lo que hace un osteópata o cuándo es recomendable o no acudir a uno. Y eso es lo que vamos a ver hoy.
¿Qué es la osteopatía?
La osteopatía es un tratamiento de medicina alternativa que se basa en una serie de técnicas manuales fundamentadas en las leyes por las que se rigen los organismos y la vida misma. Su objetivo es restaurar y mantener el equilibrio del cuerpo para conseguir su recuperación y conservar su capacidad de autorregulación.
Es muy parecida a la fisioterapia, con la diferencia de que los fisioterapeutas utilizan agentes naturales para tratar el dolor, como el frío, el calor, el agua, la luz o la electricidad, además de la técnica manual. Los osteópatas detectan, tratan y previenen problemas de salud al estirar y masajear los músculos, las articulaciones y los tejidos conjuntivos del paciente.
Al fin y al cabo, las técnicas y tratamientos de la osteopatía no son invasivos y se basan en una visión holística del cuerpo humano donde los huesos, músculos y ligamentos es importante que trabajen juntos.
Subespecialidades principales de la osteopatía
Dentro de la osteopatía, encontramos tres modalidades principales:
- Osteopatía estructural: es el tipo que se centra en el restablecimiento de disfunciones en los músculos y el esqueleto, así como de la postura. Se pone el foco en la columna vertebral y traumatismos. La osteopatía estructural se basa en el principio de que la función y la estructura tienen una relación directa, de manera que, si la estructura no tiene equilibrio, la función estará afectada.
- Osteopatía visceral: se centra en favorecer la funcionalidad de las vísceras y otros órganos vitales como el páncreas, el estómago o el aparato reproductor, estimulando así su movilidad fisiológica.
- Osteopatía craneal: este tipo de osteopatía permite favorecer la movilidad del líquido cefalorraquídeo mediante correcciones que restauran el ritmo regular a través del tacto.
¿Qué es un osteópata y cuándo acudir a uno?
Un osteópata es un profesional capacitado de la salud registrado en el Consejo General de Osteopatía y especializado la manipulación física para aumentar la movilidad de las articulaciones, mejorar el suministro de sangre a los tejidos y aliviar la tensión muscular. El objetivo del osteópata es mejorar la salud de los diferentes sistemas del cuerpo mediante la manipulación y el fortalecimiento de la estructura musculoesquelética.
Además, los osteópatas también pueden dar consejos acerca de la postura y sobre ejercicios que ayuden a una pronta recuperación con el objetivo de que los síntomas no vuelvan a aparecer.
En cuanto a las afecciones y trastornos que puede tratar un osteópata encontramos:
- Artrosis
- Dolor de espalda
- Dolor articular
- Dolor de cabeza o migrañas
- Problemas digestivos como estreñimiento, hernias, úlceras o diarreas
- Lesiones deportivas
- Vértigos y mareos
- Ciática
- Incontinencia urinaria
- Infección urinaria de repetición
- Cifosis
- Escoliosis
- Hiperactividad
- Trastornos del sueño
- Mala oclusión dental
- Problemas respiratorios
Generalmente, se acude a un osteópata cuando se padece dolor de espalda, cuello u hombro, dolor al conducir, cuando se sufre una lesión deportiva o por dolores derivados del embarazo.
Además, existen pruebas de que las técnicas de terapia manual, como las que usa un osteópata, pueden ser útiles para los problemas enumerados anteriormente, sobre todo, cuando se sufre dolor de la parte baja de la espalda.
Otras muchas personas acuden a un osteópata para tratar afecciones como la migraña, menstruaciones dolorosas, o incluso, la depresión, aunque existen pocas pruebas que evidencien que la osteopatía sea un tratamiento efectivo para ese caso.
Cuándo no acudir a un osteópata
Como todo tratamiento, la osteopatía no es recomendable en determinados casos, ya que las técnicas de terapia manual utilizadas en osteopatía no son adecuadas y pueden causar daños debido al riesgo de perjuicio en la columna o los huesos. Por esta razón, es mejor que no acudas a un osteópata si padeces:
- Artritis
- Cáncer
- Osteoporosis
- Hemofilia
- Fractura ósea
- Afección de coagulación sanguínea
La osteopatía cráneo-sacral: qué es, en qué se basa y qué dolencias trata
La osteopatía cráneo-sacral contiene numerosas aplicaciones para paliar las dolencias del día a día que nuestro cuerpo puede sufrir, como dolores de cabeza, migrañas, estrés, dolores musculares, problemas de espalada, etc. Ha sido durante los últimos años cuando hemos notado una mayor demanda, tanto por parte de los pacientes, como por parte de los profesionales que desean formarse en esta técnica y terapia manual. Veamos más a fondo qué es la osteopaía cráneo-sacral, en qué se basa y qué tipo de dolencias puede tratar.
Qué es la osteopatía cráneo-sacral
La osteopatía cráneo-sacral consiste en una terapia manual que actúa sobre las articulaciones del cráneo de una forma eficaz, pero sin ser invasiva, con el fin de recuperar el equilibrio adecuado de nuestro organismo, lo que a su vez, activa el proceso de autocuración del propio cuerpo.
Su origen se remonta a 1939 en Estados Unidos y viene de la mano del doctor William Shutherland (alumno de Taylor Still), quien descubrió un movimiento intracraneal en mitad de una operación en el cráneo de un paciente. Tras varias investigaciones, comprobó que lo que provocaba esa especie de pulsaciones en los huesos del cráneo era provocado por el líquido cefalorraquídeo mediante un sistema de oleaje.
A través de la osteopatía sacrocraneal, ese movimiento se desbloquea y equilibra aliviando tensiones corporales y disfunciones viscerales mediante reflejo neuronal, a la vez que estabiliza el organismo a niveles casi inimaginables. Es una técnica que todo terapeuta debe cursar para corregir diversos tipos de disfunciones, en base a una combinación de conocimientos anatómicos y habilidades prácticas que garanticen una práctica laboral responsable y profesional.
Es una técnica que busca mitigar los efectos negativos del sedentarismo, la mala alimentación, las posturas inadecuadas, el agotamiento físico, la falta de descanso, el estrés laboral y del hogar, etc. busca paliar estos efectos que irrumpen en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, el cual va desarrollando dolencias con el tiempo en músculos, órganos, huesos y sistemas nerviosos.
En qué se basa la osteopatía cráneo-sacral
La osteopatía cráneo-sacral se basa en técnicas que giran torno al mecanismo de contracción-expansión rítmica del cerebro. A este mecanismo se le denominó “movimiento respiratorio primario”, el cual permite que el líquido cefalorraquídeo circule con normalidad.
Estudia las relaciones entre el cerebro y los huesos del cráneo y las meninges, que son quienes envuelven al cerebro y la médula espinal y que desembocan en el sacro. Es en su interior por donde el líquido cefalorraquídeo circula.
En este movimiento rítmico del cerebro se dan diferentes procesos:
- Fluctuación del líquido cefalorraquídeo
- Movimiento de las meninges craneales y espinales
- Movimiento de contracción y expansión del encéfalo y la médula
- Cambio en las tensiones de los huesos del cráneo
- Movilidad involuntaria del sacro entre los ilíacos (zona donde se anclan las meninges)
Este recibe el nombre de movimiento respiratorio primario porque:
- Es respiratorio al constar de dos fases como las de la respiración pulmonar: flexión/inspiración y extensión/espiración.
- Y, es primario porque existe antes de dicha respiración, desde que somos embrión.
Dolencias que trata la osteopatía cráneo-sacral
La osteopatía cráneo-sacral es una terapia manual muy beneficiosa para restaurar el equilibrio de nuestro organismo, reactivando la circulación vascular, nerviosa y del líquido cefalorraquídeo. También para recuperar la movilidad de las membranas, meninges y huesos del cráneo, así como, normalizar el movimiento respiratorio primario.
Es una terapia muy beneficiosa para tratar diversas dolencias y muy utilizada como medicina complementaria de:
- Dolores de espalda
- Dolores del sacro
- Problemas de ansiedad y estrés
- Problemas en los órganos de los sentidos (tics en los ojos o en la fonación como sinusitis, acúfenos o tinnitus
- Defectos en la articulación adecuada de la mandíbula
- Afección del nervio facial intenso (neuralgias del trigémino)
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